martes, 17 de mayo de 2011

El encuentro de dos grandes

Nueva York, 1934.

El conserje del Waldorf Astoria le dice: "No vive más aquí", y le escribe una dirección en un papel. El chico de trece años camina hasta el lujoso edificio de departamentos y se dirige hacia el ascensor. Un hombre que espera, silba un tango. El chico le pregunta: "¿Sabe en qué departamento vive este señor que tengo en mis manos?". "Sí, pibe, en el piso doce, yo soy su director musical, ¿qué querés?". "Mi padre talló esta figura de él en madera y me pidió que se la entregue". "Me venís al pelo, porque me olvidé la llave. Subí por la escalera de incendios y entrá por la ventana. A esta hora todavía duerme y tiene el sueño pesado, decile que me abra.". El chico entra de un salto por la ventana y lo sacude reiteradamente. El hombre en la cama da vueltas hasta que abre un ojo y ve a su lado a un chico: "Gardel, esto lo talló mi papá para usted. Pero antes de mirarla, levántese y abra la puerta, que su director se olvidó la llave."
Luego de hacer entrar al músico y aún dormido y confundido, le pregunta al chico: "Y vos de donde saliste?". "Hace diez años que mis padres se vinieron para aquí, yo toco el bandoneón desde los seis y me gustaría ser extra en una película suya." "Dalo por hecho pibe", responde Gardel. Y agrega: "Nos va a hacer falta un canillita en El Día que me Quieras, y de paso aparecés con tu bandoneón en la toma de la orquesta. Pero decime pibe, ¿cómo te llamas?...
El niño lo miró y respondió: "Astor, señor, Astor Piazzolla"


En la foto, un joven Astor Piazzolla junto al Zorzal Criollo, el dueño de la sonrisa más famosa.

Saludos

NdR: El texto fue extraído del libro "Vidas" de Daniel Mañas, cedido a este humilde espacio por Angelina, la mujer más sexy de América Latina, y alrededores, obviamente...

1 comentario:

  1. Tan increíble, que parece una de esas historias inventadas que con el tiempo se van haciendo "realidad". Como esta:

    Su nombre era Fleming y el era un pobre agricultor inglés.

    Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano, inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo. El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.

    El día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés. Un noble inglés, elegantemente vestido se bajo del vehículo y se presento a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.

    “Yo quiero recompensarlo” dijo el noble inglés, “Usted salvó la vida de mi hijo”

    “No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice” respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.

    ¿ese es su hijo?, preguntó el noble inglés.

    Sí, respondió el agricultor lleno de orgullo.

    Le voy a proponer un trato, déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación...si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual Ud. podrá sentirse muy orgulloso. El agricultor aceptó.

    Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor, se graduó en la escuela de Medicina de St. Mary ‘s Hospital de Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo; el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina.

    Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía.

    ¿Qué lo salvó? La penicilina.

    ¿El nombre del noble inglés?: Randolph Churchill.

    ¿El nombre del hijo?: Sir Winston Churchill.

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